¿Te has dado cuenta de que la inteligencia artificial ya está en todas partes? Desde lo más cotidiano hasta lo más complejo. La IA se está metiendo donde menos lo esperas. Y cuando digo todas partes, lo digo en serio.
El último experimento nos lleva al lugar donde menos imaginamos que una máquina pudiera tener impacto: la silla del CEO. Sí, así de loco.
Imagínate al «cerebro» de una empresa, la gran cabeza, siendo reemplazada por un algoritmo. Pues resulta que un experimento de la Universidad de Cambridge decidió poner a prueba a GPT-4, la IA de OpenAI, a ver si podía hacer el trabajo de un CEO mejor que los humanos.
Y los resultados fueron, bueno, interesantes.
El Experimento: Humanos vs. IA
Entonces, ¿qué hicieron exactamente? Cambridge, con la ayuda de su startup ed-tech llamada Strategize.inc, organizó un juego bastante curioso.
Le dieron a estudiantes universitarios, ejecutivos de un banco sudasiático y a GPT-4 la misión de ser el CEO de una empresa automotriz. La idea era que tomaran decisiones clave sobre el diseño de productos, precios y la gestión de inventarios para lograr un objetivo claro: no ser despedidos por una junta virtual.
Como todo juego de simulación, los participantes tenían que maniobrar para maximizar la capitalización del mercado y mantener el barco a flote el mayor tiempo posible.
Y vaya sorpresa. GPT-4 resultó ser altamente eficiente en cosas como maximizar ganancias, gestionar inventarios y fijar precios.
Incluso superó a los humanos en diseñar el coche perfecto para el consumidor. Hamza Mudassir, uno de los investigadores, señaló que el algoritmo logró evitar sesgos personales que tienden a enturbiar las decisiones humanas, como, por ejemplo, escoger un diseño de carro solo porque se ve «bonito».
La IA simplemente juntó los datos, analizó las preferencias del consumidor y sacó un diseño tan eficiente como una calculadora suiza. Frío, calculador y sin emociones.
Donde GPT-4 se Atasca: Los Black Swan Events
Sin embargo, la IA también tiene sus limitaciones.
Como si fuera una especie de robot perfecto hasta que tiene que improvisar, GPT-4 se desmoronó ante situaciones inesperadas.
Y aquí es donde los humanos salieron ganando. En la vida real, un CEO no solo tiene que preocuparse por cosas predecibles como la gestión de inventarios o los precios; también tiene que lidiar con lo que se conoce como eventos «Black Swan».
¿Qué es esto? Piensa en algo inesperado y catastrófico: pandemias, crisis económicas, colapsos de mercado. Vamos, lo que fue el COVID.
Mientras que los humanos podían, aunque sea a tientas, encontrar maneras de adaptarse a estas situaciones locas, la IA se quedó en blanco.
Como si fuera un actor olvidando sus líneas en medio de una obra de teatro. Sencillamente, no pudo reaccionar a tiempo. Mudassir lo describió claramente: «En este caso, la IA no tenía suficiente información sobre cómo reaccionar a tiempo para evitar ser despedida».
Y ahí es cuando piensas, bueno, qué tanto puede valer esa eficiencia si en una situación crítica te quedas sin respuestas.
Los Humanos y su Toque Especial
El tema con los humanos es que, aunque nos guste pensar que somos irracionales y emocionales, esas mismas cualidades nos ayudan a improvisar y a mantenernos a flote cuando las cosas se ponen feas. Los mejores ejecutivos que participaron en el experimento, aunque también fueron despedidos por la junta virtual (irónicamente, más rápido que los estudiantes), lograron desempeñarse mejor que GPT-4 cuando se trataba de esos momentos inesperados. Al parecer, su experiencia y, a veces, la simple intuición lograron algo que la IA simplemente no podía replicar.
Aquí es donde la diferencia entre la IA y los humanos se vuelve realmente importante, especialmente en situaciones donde la intuición y la experiencia cuentan más que los datos. Si bien la IA es excelente para los trabajos repetitivos, calculados y basados en datos, cuando se trata de leer entre líneas, tener ese «sexto sentido» que a veces lleva a una decisión riesgosa pero acertada, queda corta. En fin, esos momentos «no me preguntes cómo lo sé, pero sque esto es lo correcto» son los que hacen que un CEO realmente se gane el sueldo.
Lo que la IA Hace Mejor que los Humanos
A ver, no vamos a negarlo. Hay cosas en las que la IA simplemente nos gana. GPT-4 logró manejar con más precisión los aspectos operativos del negocio. Gestionó los inventarios como un maestro, optimizó precios de manera eficiente, y diseñó productos sin dejarse llevar por el «me gusta o no me gusta». Todo esto sin un solo parpadeo, sin cansancio, y sin cometer errores por fatiga. El problema con los humanos es que, a veces, el ego o simplemente la falta de información nos lleva a meter la pata. Y, en este tipo de situaciones, la IA es impoluta.
Pero claro, eso solo aplica mientras todo va viento en popa, mientras no haya imprevistos ni caos. Porque cuando el mundo da un giro inesperado, la cosa cambia. Y mucho.
¿Cómo Aprovechar la IA Sin Perder el Control?
La respuesta está en aprender a usar la IA como una herramienta poderosa, no como un reemplazo completo. Un buen CEO debería ser capaz de usar los datos que proporciona GPT-4 para tomar decisiones informadas, pero también debería tener la capacidad de adaptarse a lo inesperado. La IA puede ayudarte a saber cuál es el precio óptimo para vender un coche, pero no va a saber qué hacer cuando de repente una crisis global cambia por completo las reglas del juego.
La clave está en esa sinergia entre las capacidades frías y calculadoras de la IA, y el instinto humano para adaptarse y sobrevivir.
La Gran Pregunta: ¿Están en Peligro los CEO?
Ahora, la pregunta del millón: ¿deberían los CEO empezar a preocuparse por perder su trabajo frente a una IA? Pues, mira, si estás haciendo un trabajo que se reduce a decisiones técnicas, basadas exclusivamente en datos y números, podría ser que sí. La IA ya está demostrando que puede hacer esas cosas más rápido, sin cansarse y sin sesgos personales. Pero si tu fortaleza está en la estrategia a largo plazo, en la capacidad de reaccionar a lo imprevisto, en tener esa intuición cuando los datos no son suficientes, entonces todavía tienes un lugar que defender.
Lo cierto es que, al final del día, un CEO no es solo un gestor de datos y decisiones predecibles. Es alguien que debe guiar a una empresa a través de las aguas calmas y también durante las tormentas inesperadas. Y esas tormentas, aunque queramos evitarlo, siempre van a estar ahí.
Lo Mejor de Ambos Mundos
Quizá el futuro no se trate de elegir entre IA o humanos, sino de encontrar una manera de trabajar juntos. Imagina una colaboración donde la IA se encargue de procesar millones de datos en segundos, optimizando decisiones operativas y eliminando sesgos, mientras que el ser humano aporta creatividad, intuición y capacidad de adaptación en situaciones de alta incertidumbre. Un equipo así podría lograr el equilibrio perfecto entre eficiencia y flexibilidad, garantizando que la empresa no solo funcione bien cuando todo es predecible, sino que también sobreviva y prospere cuando el caos aparece. Un CEO humano respaldado por una IA que lo ayude a optimizar decisiones técnicas podría ser el punto ideal. Al fin y al cabo, nadie está diciendo que la IA no sea útil. Lo que está claro es que, cuando se trata de liderar en momentos inciertos, los humanos todavía tienen algo que decir.
En fin, la IA puede ser un aliado poderoso, pero no parece que vaya a quitarle el puesto al CEO todavía. Al menos, no mientras sigan ocurriendo eventos que no están en el manual.
Resumen Rápido
- GPT-4 puede superar a los humanos en tareas técnicas, como diseño de productos y optimización de precios.
- Los humanos siguen teniendo ventaja cuando se trata de lidiar con situaciones imprevistas o eventos de «Black Swan».
- Los CEO humanos demostraron mejor capacidad para adaptarse a crisis que la IA.
- La IA no tiene sesgos personales y puede ser más eficiente en decisiones basadas en datos.
- Un futuro ideal podría ser la colaboración entre IA y humanos, combinando lo mejor de ambos mundos.
- Los CEO deben aprender a usar la IA como herramienta para no quedar rezagados en un entorno empresarial cada vez más automatizado.
Preguntas Frecuentes
- ¿Puede la IA reemplazar a un CEO?
La IA puede manejar tareas técnicas y optimización de decisiones, pero tiene problemas con eventos inesperados y decisiones complejas que requieren intuición humana. - ¿En qué situaciones la IA supera a un CEO humano?
La IA es mejor en tareas repetitivas, gestión de inventarios, optimización de precios y eliminación de sesgos personales. - ¿Cuáles son las limitaciones de la IA como CEO?
Carece de la capacidad para adaptarse rápidamente a situaciones críticas y eventos impredecibles como una crisis económica o una pandemia. - ¿Cómo podrían los CEO humanos usar la IA a su favor?
Pueden usar la IA para mejorar la eficiencia en tareas técnicas, dejando las decisiones estratégicas y adaptativas para los humanos. - ¿Los eventos «Black Swan» son un problema para la IA?
Sí, estos eventos inesperados y difíciles de predecir suelen dejar a la IA sin capacidad de respuesta rápida y adecuada. - ¿Cómo será el futuro de los CEO con la IA?
Probablemente una combinación: un CEO humano que se apoye en la IA para maximizar la eficiencia, pero que conserve el liderazgo en situaciones complejas e impredecibles.