A ver, hablemos claro. Esto de la IA estaba prometiendo demasiado.
Nos prometieron que la IA cambiaría nuestras vidas, que haría todo por nosotros.
Pero la realidad hasta ahora es más como un bot de preguntas y respuestas un poco más inteligente.
¿Qué pasó con esa promesa de que la IA cocinaría por nosotros o haría nuestra vida más fácil sin esfuerzo? Parece que ese futuro todavía está lejos.
Aunque, ojo, no todo está perdido: las grandes empresas tecnológicas parecen tener una estrategia reservada para dar el próximo gran salto.
Y ese as se llama agentes de inteligencia artificial.
¿Qué son los agentes de IA? ¿Por qué son el futuro?
Un agente de IA no es lo mismo que un chatbot tipo ChatGPT. Nada de eso. Un chatbot te da respuestas, sí, pero ahí se queda. Le preguntas la receta de una carbonara y te la suelta, pero luego tú tienes que ir a la tienda a comprar los ingredientes y cocinar. Un agente de IA, en cambio, no se queda mirando. Este tipo de IA va más allá. Podría generarte la lista de la compra, buscar los ingredientes en el supermercado más cercano e incluso hacer el pedido por ti. Es casi como tener un asistente personal que hace más que decirte qué hacer; lo hace.
Y claro, no es solo para cocinar. Imagina aplicarlo a cualquier otra tarea diaria: organizar tus correos, programar citas, comprar boletos para tu concierto favorito. La idea es que los agentes de IA no solo respondan, sino que tomen acción, que se metan en el barro por ti, vaya.
La carrera de las Big Tech por los agentes de IA
Las grandes tecnológicas ya se lanzaron de lleno en esta carrera. Cada una, en su estilo, quiere ser la primera en clavar la bandera en esto de los agentes de IA. Pero, claro, no nos engañemos, esto no es tan fácil como suena. Vamos a ver qué anda haciendo cada una.
DeepMind: Aprendiendo de los videojuegos
Los de DeepMind acaban de fichar a Tim Brooks, uno de los cracks de OpenAI, y lo tienen trabajando en SIMA (Scalable Instructable Multiworld Agent). ¿Qué nombre más rimbombante, no? Pues resulta que la idea es empezar por los videojuegos, creando NPCs inteligentes para ver cómo los agentes de IA pueden aprender y ser más útiles. Usan los videojuegos como campo de prueba. Vamos, como si fueran esos terrenos de entrenamiento para los novatos. Y todo esto para que después, con algo de suerte, esas capacidades se trasladen al mundo real. Suena bien, pero ya veremos si les sale.
Anthropic: Agents para todo tipo de tareas
En Anthropic ya están lanzados con su herramienta de «function calling« en Claude. Esto es más práctico; la idea es que cualquiera pueda crear un agente para distintas funciones: ayudar a escribir correos, hacer recomendaciones personalizadas… En fin, cosas cotidianas. La idea es que la IA sea casi como un colega que sabe de todo un poco, y pueda analizar cosas como el historial de compras para sugerirte productos. Bien pensado, aunque… ¿queremos que la IA sepa todo de nosotros? Eso ya es otra historia.
OpenAI y su apuesta por GPT-5
En OpenAI andan diciendo que el próximo año llegarán los agentes de IA con GPT-5. Según Sam Altman, el objetivo es que estos agentes puedan convertirse en algo así como un supercolega que te conoce a la perfección. Pero aquí está el truco: «te conoce a la perfección». No sé ustedes, pero a mí eso me da un poco de escalofríos. ¿Queremos realmente que una IA sepa todo sobre nosotros? Parece útil, pero también inquietante.
Amazon: Directo al carrito de compras
Amazon no se queda atrás. Están trabajando en agentes de IA que puedan recomendar productos y hasta meterlos en el carrito por ti. Todo esto parece perfecto para que acabes comprando cosas que no necesitabas… pero, claro, con lo que saben de nuestros hábitos de compra, parece una extensión lógica. Digamos que sería como tener un vendedor de Amazon siguiéndote a todas partes, pero sin la incomodidad de que te mire.
Microsoft: La fase de la memoria persistente
En Microsoft ya hablan de tres fases para el despliegue de la IA. Estamos en la primera, donde los chatbots conversan. La segunda será cuando tengan memoria persistente y, eventualmente, la tercera fase será tener agentes de IA actuando por nosotros. Ya hay prototipos, pero la cosa está verde todavía. De hecho, tienen algunos agentes operando dentro de soluciones para desarrolladores, pero aún falta mucho para verlo en el día a día.
Meta: De la academia a los dispositivos
Meta está tratando de aplicar sus avances de IA a algo más práctico. Con Llama 3.2 y su fusión con las Ray-Ban Meta, ya piensan en un futuro donde estos agentes podrían ayudar en dispositivos móviles. La cosa es que Meta parece estar yendo más por la ruta académica, como con Cicero, un agente de IA que fue diseñado para vencer a los humanos en juegos complejos. ¿Cuándo veremos algo práctico? Difícil decirlo.
Apple: Los atajos evolucionan
Apple no se queda fuera de la fiesta, claro. Los chicos de Cupertino están metiendo sus primeras funciones de IA en Apple Intelligence. Si alguna vez usaste los Atajos de iOS, ya sabes de qué va. Ahora parece que están ampliando esas capacidades a la domótica y otros dispositivos. Imagínate poder usar Siri no solo para subir el volumen, sino para pedir un taxi con una orden de voz. Veremos si cumplen, ya que han hecho muchas promesas.
Google: Astra y la integración total
Google tiene su Project Astra. La idea de Astra es que nuestro asistente IA no solo hable con nosotros, sino que sea capaz de interactuar con las apps del móvil. Algo así como lo que hablábamos antes de los agentes, pero aplicado a la interacción con otras aplicaciones. Con DeepMind también avanzando en esta línea, es probable que se vengan cosas interesantes… aunque, con Google, nunca se sabe cuándo o cómo llegará.
El reto de la utilidad: ¿Cómo demostramos que la IA sirve de algo?
El principal problema es demostrar que estos agentes son realmente útiles. Porque, hasta ahora, lo que vemos son funciones sueltas y muchas promesas. Google, Apple, Microsoft nos hicieron creer que, para estas alturas, la IA estaría por todas partes ayudándonos, pero en realidad las funciones que han llegado a nuestros dispositivos son muy limitadas. Especialmente si vives en España o Europa, donde la cosa está más parada que en otros lugares.
Las Big Tech están quemando una gran cantidad de dinero en IA. Y claro, necesitan justificar estas inversiones. Y si para eso hay que crear toda esta expectación, pues allá vamos. Sam Altman es el primero en vendernos humo si hace falta, y las demás empresas no se quedan atrás.
Resumen rápido
- Agentes de IA: No son chatbots, son sistemas que actúan, no solo responden.
- DeepMind: Usan videojuegos como campo de entrenamiento para sus agentes.
- Anthropic y OpenAI: Están desarrollando agentes que podrían ser como un colega hiperútil.
- Amazon: Quiere que sus agentes puedan hacer compras por ti sin que levantes un dedo.
- Microsoft y Meta: Tienen prototipos de agentes, pero todavía están lejos de ser comunes.
- Apple y Google: Prometen llevar sus agentes a nuestros dispositivos, pero queda mucho camino por recorrer.
Preguntas frecuentes
- ¿Qué es un agente de IA?\
Un agente de IA no solo responde preguntas, sino que toma decisiones y ejecuta acciones por ti. Por ejemplo, si necesitas algo del supermercado, no solo te dirá qué comprar, sino que también podría hacer el pedido por ti. - ¿Cómo difieren los agentes de IA de los chatbots?\
Los chatbots te responden, los agentes de IA actúan. No se quedan solo con la información; hacen cosas por ti. - ¿Qué está haciendo DeepMind con agentes de IA?\
Están usando videojuegos como «entrenamiento» para sus agentes, para luego aplicar esas habilidades en la vida real. - ¿Cuándo veremos agentes de IA en nuestra vida diaria?\
Depende. Aún están en fase de desarrollo y parece que el despliegue será lento, sobre todo fuera de EE.UU. - ¿Son los agentes de IA seguros?\
La seguridad es uno de los mayores retos. Podrían ser utilizados para actividades indebidas, como fraudes, por lo que es esencial que las empresas trabajen rigurosamente en su seguridad. - ¿Cuáles son los principales retos para los agentes de IA?\
El mayor reto es demostrar una utilidad tangible y prevenir posibles usos indebidos o riesgosos.