Bueno, hablemos de la inteligencia artificial. Si me preguntas, todo el asunto se siente como ver una película por segunda vez. Ya sabes, esas veces en que la primera vez que la viste todo era genial, emocionante, y luego, cuando la vuelves a ver, empiezas a notar cosas que no cuadran. Pues eso.
La IA ahora mismo es como esa película llena de promesas, pero, ¿sabes qué? A muchos se les olvida que lo que sube, también baja. Y la IA está subiendo tan rápido que ya comienza a darme una sensación de déjà vu.
¿Una moda pasajera o el futuro asegurado?
Robin Li, el CEO de Baidu, está diciendo que la IA se ha convertido en una especie de burbuja, y ya sabemos cómo terminan las burbujas: explotan. Según él, el 99% de las empresas de inteligencia artificial no lo van a lograr. Imagínatelo: 99%. Casi todos los que se han lanzado a la piscina de la IA acabarán fuera del juego. Esto suena brutal, pero es lo que siempre pasa con las tecnos de moda. Pasó con el «boom» de las puntocom, y seguro también te acuerdas de la fiebre del blockchain.
Hay demasiada emoción, mucha gente apostando a lo que promete ser la próxima gran cosa, y de repente, pum, te das cuenta de que no era para tanto. La IA está generando ese mismo ambiente, ese «esto va a ser la revolución» que luego se queda a medias. ¿Es que no aprendemos?
La realidad del «boom» de la IA
No es que la IA no sea increíble. Claro que lo es. Ha mejorado mucho en los últimos meses, especialmente en la precisión de sus respuestas. Ahora te puede responder cosas que antes parecían imposibles. Pero el tema está en que el hype está subiendo tan rápido que no sé si estamos dejando de lado las expectativas realistas. No nos engañemos, la emoción por la IA va a disminuir eventualmente. ¿Sabes cómo pasa con las modas? Se agotan.
Y cuando las expectativas se desinflan, lo que queda son las empresas que realmente tienen algo entre manos, no solo promesas vacías. El 99% de las empresas de IA van a desaparecer porque están montadas sobre la expectativa, no sobre una solidez real. Y eso deja al 1%, ese pequeño grupo que al final se llevará todo el pastel. Ahí entrarán las grandes: Google, OpenAI, y unos pocos más que sí supieron hacia dónde apuntar.
¿En qué punto estamos?
Lo que pasa es que en este momento estamos todos enloquecidos con lo que la IA puede hacer. Ya sabes, la emoción de «esto va a cambiarlo todo», pero, por favor, seamos honestos, la emoción no dura para siempre. Y ojo, no estoy diciendo que la IA no va a ser parte de nuestro futuro. Claro que va a estar ahí, pero no todo va a ser como los titulares nos quieren hacer creer.
Las grandes tecnológicas ya se están posicionando. Y es muy probable que dentro de 10 o 30 años sean los únicos que realmente puedan hacer algo con esta tecnología a escala. Por ahora, muchos se quedarán en el camino.
«El problema no es si la IA va a funcionar o no, sino quién va a poder hacerla funcionar a largo plazo.»
Hay un problema grande en todo esto, y es que al final, la IA se está llevando al ámbito del poder y monopolio de unas pocas empresas. Lo mismo de siempre. Grandes compañías como Google y Microsoft ya están adquiriendo otras startups de IA, acumulando patentes y recursos para asegurarse una ventaja competitiva significativa. Este monopolio tecnológico puede limitar la innovación y crear una barrera de entrada difícil para nuevas empresas. En resumen, esas empresas que realmente tengan la capacidad para aguantar el tiempo y seguir innovando serán las que sobrevivirán. Los demás, bye bye.
Historia de burbujas tecnológicas: un cuento viejo
Una burbuja tecnológica ocurre cuando una tecnología genera tanto entusiasmo que todos comienzan a invertir sin un análisis profundo, creando un valor artificial que eventualmente no puede sostenerse y termina explotando.
No es la primera vez que vemos esto, y seguramente no será la última. ¿Te acuerdas de la burbuja de las puntocom? En los años 90, la gente creía que cualquier cosa con un «.com» iba a ser un éxito asegurado. Invertían sin pensar, porque la tecnología «lo iba a cambiar todo». Y luego, boom. La mayoría de esas empresas se fueron a pique, y solo unas pocas sobrevivieron, como Amazon y Google. Algo así podría pasar con la IA.
No digo que la IA no sea valiosa, pero este tipo de patrones son cíclicos. Primero, tenemos una tecnología que parece prometedora, la gente se sube al carro sin mirar, el valor se infla hasta que no puede más, y luego llega la corrección. Y claro, cuando llega esa corrección, queda una purga de lo que no tiene sustancia.
¿Qué va a pasar con todas estas empresas de IA?
Sinceramente, la mayoría no van a llegar muy lejos. Robin Li menciona que el 99% no va a sobrevivir, y no me extraña. Mucha gente se lanza al agua porque todos los demás lo hacen, y el miedo a quedarse fuera del éxito es más fuerte que la lógica. Pero cuando el panorama cambie, muchas de estas empresas se darán cuenta de que no tienen nada más que promesas y humo.
Las tecnológicas grandes, las que de verdad tienen presupuesto y conocimientos, son las que seguirán en pie. Google, OpenAI, Microsoft. De hecho, es algo parecido a lo que ocurre con las épocas de crisis: solo sobreviven los más fuertes.
La tecnología es una ola, y la IA es solo otra más
Lo curioso es que Robin Li también hizo referencia a las «olas tecnológicas». Lo dijo claramente: hemos tenido muchas olas, y todas acaban reventando. Que si los smartphones, que si las redes sociales… y ahora la IA. El patrón es claro, cuando algo sube tanto que parece que nada lo puede parar, es cuando realmente tienes que tener cuidado. Y la IA está exactamente en ese punto.
La realidad es que cuando se crea una burbuja, todo el mundo quiere entrar antes de que reviente, pero eso no siempre es bueno. Es como lanzarse a comprar criptomonedas cuando todo el mundo está hablando de ellas. Claro, es emocionante al principio, pero luego ves el desplome, y te das cuenta de que quizá no era tan seguro como creías.
Los beneficios y la decepción
Sí, los beneficios de la IA son innegables. ¿Quién no se ha quedado maravillado la primera vez que usó ChatGPT? Pero eso solo es una parte de la historia. Lo que ocurre es que, muchas veces, las expectativas son demasiado altas. La gente espera que la IA resuelva todos los problemas de la humanidad. Vamos, que muchos piensan que esta tecnología nos va a llevar directo al futuro de Star Trek.
«La IA está mejorando, pero hay que ser realistas: falta mucho para que sea algo confiable en el trabajo diario«.
Robin Li cree que nos faltan de 10 a 30 años para que la IA realmente sea una herramienta que podamos integrar en nuestros trabajos de manera confiable. Lo que vemos ahora es un destello, una muestra de lo que podría ser, pero no el producto final. Es como si estuviéramos probando un prototipo, y claro, aún hay muchas cosas por ajustar.
El lado positivo (y sí, hay uno)
A ver, tampoco todo es pesimismo. La IA está mejorando, y eso es genial. Ya hay herramientas que nos facilitan la vida y que son más precisas de lo que imaginábamos hace solo unos años. La cosa es que el desarrollo es gradual. La mejora es constante, pero falta para que sea tan impresionante como lo pintan. Y bueno, también es positivo que la burbuja reviente, porque así queda lo que realmente tiene valor. La limpieza es necesaria. Después de todo, de la burbuja de las puntocom salieron empresas como Google y Amazon, que sí hicieron cosas increíbles.
Resumen Rápido
- La IA parece una burbuja a punto de explotar, similar a las burbujas tecnológicas pasadas.
- El 99% de las empresas de IA no sobrevivirán, según el CEO de Baidu, Robin Li.
- Grandes tecnológicas como Google y OpenAI serán las que dominen el mercado una vez que la burbuja explote.
- La emoción actual por la IA va a disminuir, dejando solo a las empresas que realmente tengan una base sólida.
- Históricamente, la tecnología siempre ha tenido ciclos de auge y caída, y la IA podría no ser la excepción.
- La IA está mejorando, pero todavía falta para que sea realmente confiable en el ámbito laboral diario.
Preguntas Frecuentes
- ¿Qué es una burbuja tecnológica?
Es cuando una tecnología genera tanta expectativa que todos invierten sin pensar, creando un valor artificial que eventualmente se desploma. - ¿Por qué la IA podría ser una burbuja?
Porque hay demasiadas empresas intentando sacar provecho de ella sin una base sólida, lo que podría llevar a que la mayoría fracase cuando el entusiasmo disminuya. - ¿Cuánto tiempo falta para que la IA sea parte de nuestro trabajo diario?
Según Robin Li, podría tomar de 10 a 30 años antes de que sea una herramienta realmente confiable para todos los trabajos. - ¿Cuál es el futuro de las empresas de IA?
Solo el 1% de las empresas de IA sobrevivirán a la «explosión» de la burbuja, y esas serán las que tienen una base real y capacidad para innovar. - ¿Cuáles empresas liderarán el sector de la IA?
Probablemente serán grandes empresas como Google, OpenAI y Microsoft, que ya tienen los recursos y la tecnología para dominar el sector. - ¿Qué beneficios tiene la IA actualmente?
La IA ha mejorado en precisión y capacidad de generar contenido útil, lo cual facilita tareas en varios ámbitos, aunque aún no es perfecta.