El modo de voz avanzado de ChatGPT me dejó con la boca abierta. Hasta ahora, la tecnología de voz me parecía bastante mediocre. Siri, Alexa… meh. Pero probé el modo de voz avanzado de ChatGPT y, te lo digo, es como si hubieran dado un salto cuántico. La experiencia es tan fluida que a ratos te olvidas de que estás hablando con una máquina.
La cosa es que con una suscripción de pago y una VPN para saltarme las restricciones europeas (debido a la protección de datos y algunas políticas de privacidad que bloquean ciertas funciones), logré entrarle a este modo. Y me elegí la voz de Juniper. Sí, ya sé, ese guiño al episodio de Black Mirror, pero con un aire más positivo, más a lo «Her» sin tanta paranoia. Lo que ocurre aquí no es solo cuestión de funcionalidad; es pura magia tecnológica.
Vamos, que la diferencia con otros asistentes es como comparar una bicicleta con un cohete espacial. La cadencia, la entonación, los matices en la voz, es algo que no había escuchado antes. Y, claro, no es perfecto: a veces se toma su tiempo en responder o no pilla alguna cosa bien. Pero oye, detalles menores. Lo he probado en un montón de situaciones y la sensación es siempre la misma: esto es algo grande, algo que va a cambiar la forma en la que usamos la tecnología.
Probé ChatGPT en modo voz en todo tipo de situaciones
Y bueno, no me podía quedar sin darle unas buenas pruebas, así que me puse a sacarle chispas en varias situaciones:
- Historia local: Le pregunté sobre una torre en mi ciudad, Torrent. Como si no supiera nada de ella, quería ver qué tanto sabía. Y bueno, no solo soltó datos históricos, sino que hasta los contextualizó. Fue como tener un guía turístico personal. Algo que, sinceramente, pienso aprovechar cuando viaje solo por trabajo.
- Filosofía: Me fui a temas profundos, Nietzsche, el eterno retorno, la voluntad de poder. Es como tener a un profe particular. Eso sí, paciente, que no se cansa de explicarme el mismo concepto hasta que me queda claro. ¿Te acuerdas de esas clases donde el profe te miraba feo si no entendías a la primera? Bueno, esto es lo contrario.
- Práctica de idiomas: Cambié al inglés y nos pusimos a hablar sobre blockchain, realidad aumentada, wearables. Todo eso. Incluso me corrigió la pronunciación. Para alguien que quiere mejorar sus idiomas, la verdad, es que es un puntazo.
- Pinche de cocina: Y aquí es donde más se lució. Decidí cocinar una pasta carbonara, que nunca me queda perfecta. Le iba preguntando sobre cada paso. Y ¡boom! Resultó clavado. Si algún día me lanzo al MasterChef, me llevo a Juniper de asistente.
Los puntos flacos también existen
Obvio, no todo es perfecto. Y más vale hablar claro. Primero, hay una ausencia notoria de proyectos predefinidos y archivos de contexto. Es decir, no hay una forma de guardar información entre sesiones para que la IA recuerde lo que has hablado antes, como si cada conversación fuera la primera. En otras palabras, solo se puede usar el ChatGPT tal cual, sin algo que almacene contexto entre sesiones. Vamos, como si cada vez que hablaras con alguien tuvieras que presentarte de nuevo. Pero ya sabemos que es cuestión de tiempo para que eso cambie. No me sorprendería nada que pronto OpenAI saque unos auriculares inteligentes o hasta unas gafas con esta tecnología, integrando voz y visión en un solo dispositivo. Tiene todo el sentido del mundo.
Lo otro son las famosas «alucinaciones» de la IA. Ya sabes, cuando suelta algo con una confianza brutal, pero es totalmente falso. Y claro, no es algo que puedas simplemente ignorar. Esto es una limitación de cualquier IA hoy en día y, en el fondo, es algo que nos toca vigilar de cerca.
El «Síndrome Joaquin Phoenix»
¿Sabes lo que sí me preocupa un poco? Ese famoso riesgo de desarrollar una conexión emocional con la IA. Lo llamo el «síndrome Joaquin Phoenix», como en la peli Her. Claro, una cosa es usar la IA para ayudarte con cosas prácticas y otra muy distinta es volverte emocionalmente dependiente. Pero, seamos sinceros, eso ya tiene más que ver con las carencias del usuario que con la IA misma. La tecnología es lo que es: una herramienta. Y como todas las herramientas, está en cómo la uses.
No voy a negar que me dejó pensando. Me recuerda a mis primeras veces navegando por Internet o la primera vez que vi un taxi autónomo. Esas experiencias no solo me impactaron, sino que cambiaron mi forma de ver el mundo. Algo que al principio parecía solo una curiosidad terminó transformando mi día a día por completo. La sensación de que algo está cambiando, de que estamos en medio de un cambio grande, que solo vamos a entender a fondo cuando miremos atrás. En fin, es uno de esos momentos donde te das cuenta de que estás siendo testigo de una revolución. Y eso, hay que admitirlo, es algo emocionante.
Resumen Rápido
- Modo de voz avanzado de ChatGPT: Mucho mejor que Siri o Alexa. La experiencia es otra cosa.
- Voz de Juniper: Un guiño a Black Mirror, pero sin la paranoia de un futuro distópico.
- Aplicaciones reales: Desde historia local hasta cocinar pasta, pasando por filosofía y práctica de idiomas. Se defiende en todo.
- Puntos flacos: No hay proyectos predefinidos ni archivos de contexto. Y aún hay alucinaciones.
- Riesgos emocionales: Ojo con encariñarse demasiado. La IA es una herramienta, no un amigo.
- Revolución en marcha: Esto no es solo un avance, es un cambio de cómo interactuamos con la tecnología.
Preguntas Frecuentes
- ¿Cómo activar el modo de voz avanzado de ChatGPT?
- Necesitas una suscripción de pago y, si estás en Europa, una VPN para saltar las restricciones (debido a las políticas de privacidad).
- ¿En qué se diferencia del modo de voz de otros asistentes como Siri o Alexa?
- La cadencia y naturalidad de la voz. Es otro nivel en cuanto a fluidez y expresividad.
- ¿Qué aplicaciones prácticas tiene?
- Puede servir como guía turístico, asistente de cocina, tutor de filosofía y mucho más. La versatilidad es enorme.
- ¿Cuáles son las limitaciones actuales?
- No hay archivos de contexto ni proyectos predefinidos. Además, puede generar respuestas incorrectas con mucha seguridad.
- ¿Qué es el «síndrome Joaquin Phoenix»?
- Es el riesgo de desarrollar apego emocional hacia la IA, como en la película Her. Es algo a tener en cuenta.
- ¿Qué futuro tiene este tipo de tecnología?
- Probablemente veamos dispositivos nuevos, como gafas o auriculares que integren voz y visión para hacer la experiencia aún más inmersiva.