¿Interesado en chatbots de IA y no sabes cuál escoger? No te culpo, hay varias opciones ahí afuera. Hoy te cuento sobre ChatGPT y FreedomGPT. Ambos usan modelos de lenguaje avanzados para generar texto, pero ahí es donde terminan sus similitudes. Cada uno tiene su rollo bien distinto en cuanto a moderación de contenido y censura. Así que, si te has preguntado cuál de estos dos es el mejor para ti, te ayudo a despejar esa duda (o al menos lo intento).
¿Qué narices es ChatGPT?
Vamos al grano. ChatGPT es un chatbot de inteligencia artificial creado por OpenAI. Es el más popular ahora mismo porque lo están usando en todas partes: desde escribir mails hasta hacer códigos y cuentos. El tipo es versátil, no se le puede negar. Usa los modelos GPT-3.5 y GPT-4, lo que básicamente significa que entiende (más o menos) lo que le pides y trata de darte una respuesta útil. Y no solo eso, también puedes afinarlo para tareas específicas, lo cual está bien… cuando funciona.
Lo bueno es que ChatGPT ha sido entrenado con una tonelada de datos. Eso suena impresionante, ¿no? Pero aquí viene el detalle: también tiene su límite. A veces te suelta respuestas que parecen sacadas de un sombrero, muy bien escritas, pero que no tienen ningún sentido. ¿De qué me sirve algo que suena bien si es una tontería? Y si hablamos de censura, este chico está lleno de filtros. OpenAI le ha metido restricciones para que no genere contenido “peligroso”, lo cual está bien para algunos. Pero si quieres respuestas sin tapujos… bueno, entonces ChatGPT no es lo que buscas.
¿Y qué hay de FreedomGPT?
Ahora hablemos de FreedomGPT. Este chatbot fue creado por la gente de Age of AI, y su gran cosa es que no tiene censura. Tal cual. Puedes preguntarle cualquier cosa, que no va a andarse con filtros ni restricciones. Su modelo también es potente, con siete mil millones de parámetros. Eso suena a un montón, y lo es. Básicamente, FreedomGPT quiere ser el “libre” de la clase, el rebelde. Y ojo, que no necesita conexión a internet para funcionar. Así que si eres paranoico con tu privacidad, este tipo es ideal porque lo puedes correr en tu propia máquina. Nada de enviar tus preguntas a servidores de terceros.
Pero claro, hay una trampa. Al no tener filtros, puede soltar cosas bastante inapropiadas u ofensivas. Imagínate un chatbot que no tiene ni pizca de tacto. Y no solo eso, también necesita buenos recursos de hardware para que funcione bien. No lo vas a correr en cualquier tostadora, te aviso.
Las diferencias más importantes entre ChatGPT y FreedomGPT
Lo primero que tienes que entender es que ChatGPT y FreedomGPT no juegan el mismo partido. Ambos son chatbots, sí, pero las reglas con las que juegan son completamente distintas. Vamos con las diferencias clave.
Moderación de Contenido y Censura
Esta es la diferencia más evidente y la que más peso tiene. ChatGPT es el niño bueno de la clase. OpenAI le ha metido un montón de reglas y filtros para que no suelte cosas inapropiadas o peligrosas. Si le haces preguntas que toquen temas sensibles, puede que te dé un “no puedo ayudarte con eso” o simplemente ignore lo que dijiste. Es frustrante si quieres ir más allá de lo políticamente correcto.
FreedomGPT, por otro lado, no tiene ningún problema en decir lo que piensa. Cero censura, cero filtros. Te va a contestar lo que sea, sin importar lo inapropiado que pueda sonar. ¿Es peligroso? Claro que sí. Pero, si te molesta que un chatbot no te diga las cosas como son o sientes que te están escondiendo algo, FreedomGPT es lo que buscas. Sólo ten cuidado, porque también puede soltar alguna barbaridad que no esperabas.
¿Para quién va dirigido cada uno?
Aquí está el detalle. ChatGPT es para quien quiere un asistente seguro, que pueda responderte cosas útiles sin miedo a meterse en problemas. Ya sabes, gente que necesita respuestas rápidas, bien empaquetadas y que no anden en aguas peligrosas. Perfecto para escribir correos, trabajos escolares, o hasta programar un poco. Si eres una persona que no quiere meterse en temas controvertidos, ChatGPT está bien para ti.
Ahora, si eres del tipo que odia que le pongan filtros o sientes que el internet te vigila, FreedomGPT es tu mejor amigo. Este chatbot es como ese colega que te dice lo que piensa, aunque a veces se pase de la raya. Y claro, como lo puedes correr en tu propia máquina sin necesidad de internet, tampoco tienes que preocuparte de que alguien esté espiando lo que le preguntas.
El modelo de lenguaje detrás de todo
Esto también es importante. ChatGPT usa los famosos modelos de OpenAI, que son algunos de los más avanzados que hay por ahí. Incluso tienen la versión premium con GPT-4, que es más poderosa, pero te cuesta 20 dólares al mes. Un lujo que no todos quieren pagar, claro.
FreedomGPT, por otro lado, utiliza un modelo de lenguaje de siete mil millones de parámetros. Lo cual, en pocas palabras, significa que es grande, pero no tanto como GPT-4. Aun así, su enfoque no está tanto en ser el más inteligente, sino en ser el más libre. Si te da igual pagar y quieres lo más avanzado, probablemente ChatGPT sea la mejor opción. Pero si prefieres algo gratis y sin restricciones, FreedomGPT puede ser lo que necesitas.
¿Y el precio?
Hablemos de plata. ChatGPT tiene una versión gratuita, que está bien para la mayoría de cosas. Pero si te tomas esto en serio o no quieres esperar cuando se satura (lo que pasa más de lo que te gustaría), está la opción de pagar 20 dólares al mes por ChatGPT Plus. Con eso obtienes acceso constante, más rápido, y lo mejor, te habilita la versión con GPT-4. Claro, si te interesa pagar por lo último en tecnología.
Por el lado de FreedomGPT, hasta ahora no hay un precio definido. Es open-source y lo puedes correr en tu propia máquina. Así que, si tienes el equipo adecuado, lo instalas y ya. Nada de estar pagando suscripciones. Pero, ojo, lo barato puede salir caro. Necesitas una buena computadora si quieres que funcione sin que parezca que te está hablando un robot con lag. ¿Te imaginas esperar cinco minutos para que te responda una pregunta simple? Nadie tiene paciencia para eso.
Limitaciones que no puedes ignorar
Ahora, vayamos con las limitaciones de cada uno, que no son pocas.
ChatGPT tiene un problema: a veces responde con algo que suena súper bien, pero que es completamente erróneo. Te dice lo que parece correcto, pero te deja con cara de “¿qué acaba de decir?”. También tiene problemas para entender chistes o sarcasmo. Así que, si lo tuyo es hablar con ironía, este chatbot va a tener un mal rato.
Y no solo eso. Si intentas correrlo en hardware que no sea top, va a funcionar, pero lento. Si lo pones en una laptop viejita, prepárate para sufrir con tiempos de espera ridículamente largos.
FreedomGPT, como ya te dije, no tiene filtros. Esto es genial si te molesta que te censuren, pero también significa que puede soltar cosas ofensivas o sin ningún tipo de decoro. No esperes que sea políticamente correcto, porque no lo es. Además, necesita bastantes recursos. No es cualquier PC la que lo corre decentemente. Así que, si no tienes un equipo potente, la experiencia no va a ser la mejor.
Por otro lado, la libertad que ofrece puede volverse en tu contra. No hay nadie diciéndole lo que está bien o mal, así que también puede ser que te suelte una completa burrada y ni te des cuenta. Al final, depende mucho de lo que estés buscando.
¿Cuál deberías usar entonces?
Al final del día, elegir entre ChatGPT y FreedomGPT depende de qué es lo que necesitas y cómo prefieres trabajar.
ChatGPT es para los que buscan algo confiable, con un equipo de gente preocupada por que no te meta en líos ni te suelte barbaridades. Perfecto si te preocupa que una IA vaya a generar algo inapropiado o si solo quieres respuestas seguras. Funciona bien para todo lo cotidiano: escribir cosas, programar un poco, resolver dudas generales. Eso sí, si le pides algo más delicado o que esté fuera de los temas comunes, puede que te quedes esperando. O peor, te dé una respuesta incorrecta con mucha confianza.
Por otro lado, FreedomGPT es para quienes no soportan las restricciones. Si lo que quieres es libertad total, sin filtros ni limitaciones, esta es la opción. Eso sí, no es para todo el mundo. Si te da miedo que pueda decir algo completamente ofensivo o incorrecto, mejor quédate lejos. Y además, necesitas una máquina decente para que funcione bien. Pero si te encanta la idea de controlar todo lo que hace y no preocuparte por que te censuren, FreedomGPT es tu juguete perfecto.
Lo que pasa con esta elección es que no hay una respuesta perfecta. ¿Quieres seguridad y fiabilidad? ChatGPT. ¿Prefieres libertad absoluta sin censura? FreedomGPT. En fin, depende de lo que busques.